COLONIZACION DE RENOVA parte IIIª
Cap 42
Era
el quinto pueblo a visitar y Axel empezaba a mostrar síntomas de hastío.
Deseaba acabar con protocolos aburridos aunque fueran muestra de admiración y
afecto de los Renovanos. Llevaba ya recibidos vítores de los poblados de Gurri,
Torr, Ruper, Brau y ahora con el de Caduf. Decidido a dar por finalizada la
turné. Así se lo expuso a Caduf.
-Por atención a Astrid, mañana
partiremos hacia Virgo. Comunícalo como creas conveniente a todos los pueblos.
Emitid desde Plankved este acto de Homenaje, que recibo por quinta vez y acepto
agradecido de todos los habitantes.
Bullía
en su mente, la imprevista recepción en la Sala de actos del Edén, la semana
anterior, aún con Astrid descansando en la suite.
Sala
de actos de EDEN
Le mareaba
tanta recepción. Ni habían acabado de hablarse con Caduf y Nen, cuando Sixta
les pidió que pasaran a la sala de actos. Y allí había una muchedumbre,
aguardando en silencio. La ovación al entrar, le conturbó. Una embajada de
todos los jefes de poblados de Renova, acompañados de destacados miembros, a no
dudar incipientes políticos de este Planeta, le saludaban con amables peticiones.
Todos
pedían que acudiera a sus pueblos donde sus habitantes ardían en deseos de
verle personalmente. Los miraba y escuchaba a todos, pero ni entendía, ni oía
más que la petición de Caduf retumbando en su cerebro.
Quería
que le otorgara un especímen de HH. Sí. Una étnia de más de dos metros de
altura, contrastando con la de los Renovanos que poco superaba los ciento sesenta
centímetros.
Y a
todas luces quería que fuera su hijo predilecto por lo cual dispondría de la
madre más joven e inteligente. La tomó como quinta esposa prendado por lo bien que
asimiló los conocimientos recibidos en la escuela de Plankved. Era una hija de
su pueblo, pero podía codearse con isleños como Nen, sin llamar la atención.
Los
Renovanos estaban destinados a absorber la totalidad de la cultura isleña. La
propia no sería más que una pequeña parte a incluir como folclore.
La
pretensión de Caduf, le contrarió. Estaba sucediendo todo lo contrario a la
propuesta colonización antes de conocerse.
En
principio sólo pretendían los isleños, dar ayudas para mejorar la vida de los
Renovanos. De eso, a desarrollarse una civilización a velocidad de vértigo,
asimilada a la isleña, mediaba justo lo que era, la distancia de dos Big-Bangs.
Era
consciente que la intención de protección desinteresada de su cultura, resultó
una aniquilación. No podía dilucidar si era ello motivo de satisfacción, o
arrepentimiento.
Las
reflexiones de Axel, obnubilaban su cerebro. Problemas con Astrid y Sixta, el
destino de Nen, los problemas de mantenimiento de la Isla en su nuevo estatus
de Planeta del sistema de ALFA, la promoción del desarrollo de Virgo y la duda
intranquilizadora de satisfacer a Caduf.
Le acompañaban
Chian-Zu y Chicha, pero ellos no participaban de sus problemas. Eran meros
espectadores y disfrutaban con las recepciones reiteradas por los renovanos, todo
lo opuesto a lo que sentía Axel.
Y
peor hubiera sentido, de conocer las verdaderas intenciones de Caduf.
Sin
pretender ocultarlo, pero tácito el deseo de Caduf, no era otro que convertirse
en el Patriarca de Renova.
Sus
hijos habidos con las cuatro esposas primeras, en cuanto tuvieran edad, les
conminaría a que se distribuyeran por tierras lejanas a las que crear ciudades.
Él en Plankved aguardaría la mayor edad de Zeón, el vástago HH que pretendía
obtener merced a la mediación de Axel.
Sería
un Hombre especial de Renova. Incluso más alto que Nen y de estirpe similar. La
presencia de Zeón, impondría a todos los jefes de las ciudades ya numerosas de
Renova. Sería fácil convertirlo en cabeza visible sobre todos los demás jefes.
Renova se convertiría en una Nación a semejanza de la Isleña.
La
Política ocupaba la mente de Caduf en todas sus dimensiones. Esperaba para ello
la colaboración de Nen. Siendo Nen hermano de Axel, resultaba idóneo que en su
día, fuera el enlace de los mundos conocidos. Incluso podía ser el sucesor de
los astrónomos como Chian-Zu siguiendo la búsqueda de otros mundos a colonizar.
Vamos
que el cuento de La Lechera, a Caduf le resbalaba.
Saludos
de Avicarlos.
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