Parejas Perdurables IIª parte
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Nos hallamos en el fatídico fin de año de 2012. Quizá para los supersticiosos, el que debe serlo será el próximo 2013. Puesto que ya quedó desmentida la interpretación del calendario Maya, hay que seguir dando pábulo al creyente, que no por constatar una y otra vez las falsedades, perderá la esperanza de que sean sus propios ojos quienes vean el fin del Mundo.
La felicidad, no todos la asumen por un igual. Ya lo dice el refrán: “ De todo hay en la viña del Señor”.
La primera parte de este relato biográfico, lo finalicé por acontecimientos de finales de la década 70 y no creo que a nadie de los personajes que puedan darse por eludidos, les afecte lo más mínimo. Transcurrieron más de 30 años. En todo caso, según las Leyes Civiles, cualquier hecho prescribió.
Esta segunda parte, se aproxima a poco más de los 20 años. Esto me lo recalcaron nuestros hijos que no les gusta que narre nada de lo que ellos participaran.
Tienen razón. La historia plasmada se refiere a las “Parejas Perdurables” de amistades de mi juventud y que actualmente con una media de 53 años de matrimonio, siguen unidos.
De las dieciséis a las que quise referirme, mantenemos contactos telefónicos siete, mientras que por ausencias de la localidad perdimos contacto con seis de ellas, y a tres, por haberles llegado la definitiva este 2012.
Mis hijos pues independizados todos, no son parte de mi narrativa.
Ellos tiene su hogar; el paterno se quedó con solo la pareja Tere y yo. Respeto su decisión de silenciar lo que a ellos les atañe.
Con esta perspectiva, las aventuras que puedo contar resultan muy limitadas, pues casi todas ellas, van parejas en los acontecimientos familiares de uno, u otro y de las visitas quincenales en que vienen a saludarnos. Preferentemente a Tere que es la que les ofrece la comida que cocina.
Ya no realizamos las reuniones de nuestras parejas con las salidas de fin semana de antaño en nuestra juventud, ni las últimas anuales, que definitivamente abandonamos en 2011.
Y todo ello, sin acusar necesidad alguna, ni deseo nostálgico, pues el nuevo estatus ha ido acompañado del cambio total en la manera de ocupar el tiempo libre. Es debido a la evolución social y los medios de comunicación divinizados por Internet y plasmados en los ordenadores personales.
Y la razón por la que reemprendo, o finalizo esta segunda parte de lasParejas Perdurables, fue la llamada telefónica recibida la semana pasada de una protagonista mentada en la primera parte de esta narración.
Nos dijo que acababa de ser tatarabuela, a sus 96 años. Que tuvo gran alegría y se acordó de nosotros, dado que la tratamos tan bien en los años que nos sirvió, permitiendo visitar a su hijo a diario en el hospital militar de Barcelona donde se hallaba.( Según recuerdo, era Tere la que decía excelencias de ella, por el magnífico trato que tuvo con nuestros hijos).
Aquel chico, que cumplió el servicio militar, tuvo dos hijas. Una de las cuales convirtió a Maravillas ( el nombre verdadero de la que fue año y medio nuestra sirvienta del hogar) en abuela y que hace unos días esta nieta la convirtió en tatarabuela.
Se siente muy feliz, con la numerosa familia que la circunda. Y que desde que se retiró por haber cumplido el servicio ella con nosotros y su hijo con los militares, actuó en 83 obras teatrales, hasta sus últimas actuaciones recientes. Ya no actuará más , no por falta de salud sino por haber perdido bastante poder visual, lo que quedaba patente ante el público.
Pues no creemos Tere y yo que lleguemos a ver a nuestros tataranientos, vemos perfectamente, la poca disposición de nuestros nietos, que si actúan como el que fue nuestro quinto vástago, independizado a los treinta y tres años de edad y sin interés alguno en asumir paternidad, vamos pues a conformarnos con ser simples abuelos.
Saludos de Avicarlos.
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