Tuve el placer de conocer a Víctor, el hijo de Matilde. Mientras hablaba distendidamente con él, Tere fue a la cocina con Matilde ya que nos obligó a quedarnos a comer. Y recordamos, lo buena cocinera que era.
En tanto, los niños entusiasmados por poder jugar con los sobrinos de Matilde en plena calle, con un simple aro.
Me recordó mi infancia. En los pueblos, lo normal era dejar corretear a los niños a sus anchas.
La multitud de juegos que practicábamos venía por rachas, como si de una moda se tratase. Desde el Diávolo, a la carrera de aviones (Correr con los brazos extendidos simulando las alas del avión), saltar a la pata coja, a las canicas, a las peonzas, a las colecciones de estampitas de futbolistas, a…..un sin fin de juegos a cual más inocente (excepto las citas de pandillas de niños de otro barrio, simulando guerra, pero apedradas reales) y por descontado correr con el aro.
Así Víctor contó que se hallaba liado con una novia de Rota, con la cual pretendía casarse. No solo eso. Pasaría a vivir con ella en su hogar paterno, ya que tenían un establecimiento hotelero de bastante éxito.
Su conocimiento del inglés por la práctica en el Peñón, con los turistas, le hacía idóneo para seguir en el negocio de sus futuros suegros, como Maître, publi-relations.
Muchos años después, a principios del 2011, me acordé de él por el programa que el Gran Wyoming, ofrecía por la tele. El cocinero de Rota, Santamaría, hacía desternillar con sus errores (a posta) en la presentación de sus platos típicos. No sería el restorán al que se referiría Víctor, pero la asociación de ideas con la localidad, era obligada.
-¿Así que abandonarás La Línea de la Concepción?. –Le pregunté.
-No tengo otra salida. Los disturbios del pueblo, con los gibraltareños, presagian un final desastroso. Prácticamente, los ocho mil trabajadores que diariamente cruzamos la verja para trabajar en el Peñón, somos la totalidad de los habitantes en edad laboral.
No es la primera vez que debido a la intervención de la ONU, se agudizan los enfrentamientos políticos entre España y Gran Bretaña. El método coercitivo de la policía española con sus cierres temporales de la Verja, no trae más que problemas. Y puede que se perjudique más a los gibraltareños que a los Españoles, pero no que a los habitantes de La Línea.
Nosotros dependemos al cien por cien del trabajo que allí ostentamos. Son veintisiete mil habitantes autóctonos que viven como señoritos, en tanto que nosotros les realizamos todas las labores. En La Línea no hay industria de ninguna clase. Si se cierra durante más de un año la Verja, el pueblo morirá por inanición.
No erró en su pronóstico Víctor. Entre los años 1963 y 1969, hubieron varios cierres y restricciones de paso a los nativos, hasta que de resultas del mal entendimiento con la ONU, España, cerró definitivamente el paso que no se reabrió hasta 1983.
El estatus de los autóctonos y sus descendientes, procuraban defenderlo a capa y espada. Resultaba un chollo para ellos. Se había convertido Gibraltar en un paraíso fiscal y el tráfico de drogas era evidente.
Recordé pues este cierre, similar al que viví de Andorra. Allí un País pequeño, era autónomo por derecho. Aquí una simple ciudad, colonia Inglesa, se autoproclamaba autónoma sin ningún derecho. El litigio, sigue en vigor hoy día.
http://es.wikipedia.org/wiki/Gibraltar
Historial de Gibraltar
Por la tarde en dirección a Sevilla, recorrimos unos veinticinco kilómetros en los que se divisaban pancartas del Cortijo Perez. Según me documenté, era una hacienda agropecuaria de seis mil hectáreas. Y esto solo era la punta del Iceberg que señalaba la cantidad de latifundios existentes por las provincias andaluzas.
Buscando carreteras poco transitadas nos desviamos, hasta Utrera. Un rótulo señalaba El Palmar de Troya. Inmediatamente pensé en las noticias dadas las apariciones de la Virgen, al estilo de Bernadette, las de Fátima, Loreto y tantas vírgenes peregrinas por los lugares más recónditos.
Insinué que sería bonito ver el lugar de las apariciones, pero estuvimos de acuerdo que era tarde y además nosotros no podríamos ser testigos de apariciones que solo veían los creyentes y limpios de espíritu.
Años más tarde la prensa y la televisión, fueron dando reseñas de los milagros que se sucedían por El Palmar de Troya. Y cómo un visionario, llegó a ser un Papa escindido de Roma. Se autocoronó con el título de Papa Clemente.
El lugar campestre, unos años después, merced a la proliferación de “milagros”, fue el asiento de una costosa Basílica.
http://www.ctv.es/USERS/ags/00014-pt.htm
El Papa Clemente.
Aquella noche pernoctamos en un hotel de Sevilla que nos quitó el mal sabor de la malhallada Venta.
http://www.youtube.com/watch?v=Xcd2wX0IBZI
Dos cruces
Video documental de Sevilla, que da mejor idea de la que pudiera exponer yo, por los recorridos realizados a la mañana siguiente, viendo los principales monumentos como La Giralda, La Torre del Oro, el Barrio de Triana etc.
Parejas perdurables (continuación 27 a)
Tere me convenció que no era lo mas entretenido ir a ver un Hospital. Le propuse antes de seguir periplo para Portugal, dar un vistazo al Hospital Militar de Sevilla.
Recordaba como mi padre narraba orgulloso el haber conocido a las Infantas de España, al haber visitado éstas, a los soldados convalecientes por las enfermedades infecciosas adquiridas en Monte Arruit, después del desastre de Annual.
Fue uno del par de centenares que acudió al África para recoger 7000 cadáveres de soldados Españoles caídos bajo las tropas de Ab-del- Krim. Cabecilla de los insurrectos habitantes de las Cábilas en la zona del Protectorado.
Contaba como recorrían el desierto cargados con los pertrechos propios del equipo del soldado, pero que él, como barbero de oficio que era, cargaba con el plus de los útiles de su propiedad.
El macuto normalmente repleto excedía de veinte kilos de peso, más el fusil , el machete, la cantimplora. Además él debía agarrar los útiles como bulto supletorio de otros diez.
Después de requerir a los compañeros para turnarse en el acarreo de material barberil, sin obtener voluntarios, les advirtió que en tal caso, barbudos serían todos.
Arrojó en plena marcha, por las arenas desérticas el paquete con todos los utensilios: tijeras, maquinillas de apuro, navajas, recipientes de lavado, bolsas de jabón pasta, brochas, palangana, inclusive pinzas extractoras de muelas.
Ni se inmutaron, hasta pasados un par de días.
La arena se les pegaba a las barbas. Producía escozor. Además el olor a podredumbre que recibían constantemente al recoger con palas los cadáveres y apilarlos a las camionetas de recogida, obligaba a taparse boca y nariz con un pañuelo.
El calor, el pañuelo que no permitía ventilación y el escozor por las barbas con mugre acumulada, les resultó un martirio.
Para agravar la situación, andando kilómetros en la búsqueda de zonas sembradas con cadáveres, las nubes de moscas aparecían indefectiblemente al encender fogata para cocinar.
Era un misterio. Durante las marchas diarias, el aire no albergaba más seres vivientes que ellos en su caminata, pero al parar para el rancho, moscas y mosquitos por arte de magia surgían de la nada.
Las aguas contaminadas, iniciaron una epidemia. No había día sin que tuvieran que llevar a uno, o más a la enfermería. El hospital mas cercano era Melilla, pero una vez éste colapsado, tuvieron que embarcar a la mayoría hasta el de Sevilla.
Haciendo honor a su cargo, S.M. El Rey Alfonso XIII, envió como embajadoras de su persona a las Infantas Beatriz y María Cristina, que agasajaron a los recién llegados del Continente Africano, deseándoles pronta recuperación y agradeciendo su servicio a la Patria.
Mi padre esta vicisitud y la de haber estado a las órdenes del entonces comandante Franco, (futuro Generalísimo) lo solía alardear ante los contertulios.
-Al fin y al cabo, Carlos, ni siquiera sabes si el Hospital actual es el mismo de antaño. Y si lo fuera, a ti, ¿qué te va a recordar?. Tú, no eres tu padre.
Razón aplastante. Y los niños menos aún, disfrutarían viendo un edificio con camas para enfermos.
Así pues de nuevo en carretera, pensando en entrar directamente a Portugal, un indicador anunciando cerca de Aracena, “La Gruta de las Marvillas”, cambié de parecer y allí nos dirigimos.
Nos gustó ver esta Gruta de las Maravillas, con distintas salas, iluminadas todas por el Ingeniero precursor de la Luminotécnia, Carlos Buhigas.
Los efectos son espectaculares y fue aquí donde me enteré que a pesar de tenerlo como coetáneo (pero mucho mayor que yo) en Barcelona, se trataba de un personaje Internacional.
En Barcelona, artífice de las fuentes de Montjuich, que al menos una vez al año se les adapta la luz con el sonido, lo ven miles de espectadores en vivo y directo y millones por televisión.
Los chorros de agua, toman variadas formas, bailando al son de la música preparada para treinta minutos, mientras las luces dan relevancia con el cambio de colores.
Resulta que no solo realizó instalaciones por España, sino que se le conoce por Europa y creo que también por la América Latina.
La inauguración de La Gruta, por el Rey Alfonso XIII
La iluminación de la misma se realizó posteriormente a efectos de atraer turismo.
Bastante nos entretuvimos por lo que antes de entrar al país Lusitano, preferimos detenernos a comer en Rosal de la Frontera.
Tampoco es gozoso el recuerdo que guardo aún, lamentablemente.
Tere me convenció que no era lo mas entretenido ir a ver un Hospital. Le propuse antes de seguir periplo para Portugal, dar un vistazo al Hospital Militar de Sevilla.
Recordaba como mi padre narraba orgulloso el haber conocido a las Infantas de España, al haber visitado éstas, a los soldados convalecientes por las enfermedades infecciosas adquiridas en Monte Arruit, después del desastre de Annual.
Fue uno del par de centenares que acudió al África para recoger 7000 cadáveres de soldados Españoles caídos bajo las tropas de Ab-del- Krim. Cabecilla de los insurrectos habitantes de las Cábilas en la zona del Protectorado.
Contaba como recorrían el desierto cargados con los pertrechos propios del equipo del soldado, pero que él, como barbero de oficio que era, cargaba con el plus de los útiles de su propiedad.
El macuto normalmente repleto excedía de veinte kilos de peso, más el fusil , el machete, la cantimplora. Además él debía agarrar los útiles como bulto supletorio de otros diez.
Después de requerir a los compañeros para turnarse en el acarreo de material barberil, sin obtener voluntarios, les advirtió que en tal caso, barbudos serían todos.
Arrojó en plena marcha, por las arenas desérticas el paquete con todos los utensilios: tijeras, maquinillas de apuro, navajas, recipientes de lavado, bolsas de jabón pasta, brochas, palangana, inclusive pinzas extractoras de muelas.
Ni se inmutaron, hasta pasados un par de días.
La arena se les pegaba a las barbas. Producía escozor. Además el olor a podredumbre que recibían constantemente al recoger con palas los cadáveres y apilarlos a las camionetas de recogida, obligaba a taparse boca y nariz con un pañuelo.
El calor, el pañuelo que no permitía ventilación y el escozor por las barbas con mugre acumulada, les resultó un martirio.
Para agravar la situación, andando kilómetros en la búsqueda de zonas sembradas con cadáveres, las nubes de moscas aparecían indefectiblemente al encender fogata para cocinar.
Era un misterio. Durante las marchas diarias, el aire no albergaba más seres vivientes que ellos en su caminata, pero al parar para el rancho, moscas y mosquitos por arte de magia surgían de la nada.
Las aguas contaminadas, iniciaron una epidemia. No había día sin que tuvieran que llevar a uno, o más a la enfermería. El hospital mas cercano era Melilla, pero una vez éste colapsado, tuvieron que embarcar a la mayoría hasta el de Sevilla.
Haciendo honor a su cargo, S.M. El Rey Alfonso XIII, envió como embajadoras de su persona a las Infantas Beatriz y María Cristina, que agasajaron a los recién llegados del Continente Africano, deseándoles pronta recuperación y agradeciendo su servicio a la Patria.
Mi padre esta vicisitud y la de haber estado a las órdenes del entonces comandante Franco, (futuro Generalísimo) lo solía alardear ante los contertulios.
-Al fin y al cabo, Carlos, ni siquiera sabes si el Hospital actual es el mismo de antaño. Y si lo fuera, a ti, ¿qué te va a recordar?. Tú, no eres tu padre.
Razón aplastante. Y los niños menos aún, disfrutarían viendo un edificio con camas para enfermos.
Así pues de nuevo en carretera, pensando en entrar directamente a Portugal, un indicador anunciando cerca de Aracena, “La Gruta de las Marvillas”, cambié de parecer y allí nos dirigimos.
Nos gustó ver esta Gruta de las Maravillas, con distintas salas, iluminadas todas por el Ingeniero precursor de la Luminotécnia, Carlos Buhigas.
Los efectos son espectaculares y fue aquí donde me enteré que a pesar de tenerlo como coetáneo (pero mucho mayor que yo) en Barcelona, se trataba de un personaje Internacional.
En Barcelona, artífice de las fuentes de Montjuich, que al menos una vez al año se les adapta la luz con el sonido, lo ven miles de espectadores en vivo y directo y millones por televisión.
Los chorros de agua, toman variadas formas, bailando al son de la música preparada para treinta minutos, mientras las luces dan relevancia con el cambio de colores.
Resulta que no solo realizó instalaciones por España, sino que se le conoce por Europa y creo que también por la América Latina.
La inauguración de La Gruta, por el Rey Alfonso XIII
La iluminación de la misma se realizó posteriormente a efectos de atraer turismo.
Bastante nos entretuvimos por lo que antes de entrar al país Lusitano, preferimos detenernos a comer en Rosal de la Frontera.
Tampoco es gozoso el recuerdo que guardo aún, lamentablemente.