Cap 45
Por el informe de los virgólogos, Alex consultó en la Bitácora, el desarrollo de la ancestral Tierra. Lo hizo acompañado de Nen, ya que habiendo cedido a su petición mejor era instruirle.
Temían que Virgo resultara un planeta en fase temprana de formación y lo que se acusó como temblor, se repitiera con frecuencia. Con toda la información del proceso Geológico, intuyó que Virgo también dispondría de un Manto con materia en fusión. De resquebrajarse la corteza, una parte del agua se evaporaría, pero no se perdería. Saldría a la superficie el magma creando volcanes como los que habían en Renova.
Lejos pues de considerar funesta la noticia, la tomó por la parte beneficiosa. Dispondrían de lava en cantidad. No necesitarían en el futuro, traerla de Renova.
Astrid urdió una estrategia para alegrar la vida a los colonos inmigrantes que iban incorporándose a Virgo. Había que darles alicientes para que se sintieran privilegiados y no desterrados de La Isla. Así como Judit era un imán con su Edén en Renova, ella crearía un asentamiento espectacular en las cercanías de la oquedad contenedora del gran lago.
Su plan aceptado por Alex, se pondría en marcha de inmediato. Y Nen, entusiasmado por la idea ofreció gustoso a Astrid, su intervención. Para él Astrid era su cuñada y no le atañían las cuestiones que pudiera tener con su madre.
La aventura que esperaba vivir en Virgo le tenía cautivo. Tal como prometió a su madre, regresaría a Renova un año después.
Y en este tiempo perforaron la corteza en cincuenta puntos distantes cien metros entre sí. Con brocas de doce centímetros de diámetro penetraron por su parte más débil la corteza hasta el manto. Una vez aflorado el magma , burbujas primero en el agua y vapor después, se elevaban a gran altura siendo verdaderos geiseres provocados.
Finalizadas las perforaciones, el espectáculo resultaba de fantástica belleza. Con intermitencias rítmicas, danzaban los cincuenta geiseres. Salían burbujas, vapor hasta tres metros de altura, chorro de agua hasta veinte metros más y caída posterior en gotas de lluvia.
Mandó Sixta que los arquitectos proyectaran una urbanización a kilómetro y medio de la vera del lago con más imaginación de la que se empleó para el Edén.
La competencia turística estaría servida. Aquí el complejo se llamaría el Heaven de Virgo.
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El Experto biogenetista trataba de explicar a Caduf las dificultades esenciales que debían vencer para que su mujer diera a luz a un ser humano de las características pretendidas.
-Tenga en cuenta que el genoma de los HH dispone de cinco genes distintos que no son compatibles con los de los Renovanos.
-Pues cámbienlos. Sé bien que pueden hacerlo. Pero quiero un hijo robusto y de altura impresionante con la inteligencia superior. Las enseñanzas avanzadas las recibirá como se debe. De esto nos encargaremos mi mujer, yo y mis demás hijos.
-En atención a la recomendación de Axel, estudiaremos el caso concienzudamente. Mientras considérense turistas VIP y disfruten de la estancia en nuestra Ciudad.
Para asegurar la perfecta gestación de un nuevo ser a la carta, los biogenetistas, captaron el ADN de la pareja y el esperma de Caduf. Les citaron para cuarenta y ocho horas después, previsible ya la resolución tomada.
Caduf ya conocía por sus viajes de antaño, la estructura de las Ciudades de La Isla y estaba familiarizado con todo lo que a su cultura le atañía. Por ello el primer día se lo pasó recorriendo los lugares más llamativos, siendo él mismo quien hacía de cicerone para su mujer, pero algo tenía que aprovechar de esta visita. Las Ciudades abandonadas le llamaron la atención. Surgieron deportes nuevos que aprovechaban la ingravidez. Eso debía experimentarlo.
Le recomendaron una de las centrales en que miles de cuerdas fijas en las paredes, permitían recorrerla al estilo Tarzán con las lianas de la selva. Más que saltos gimnásticos, su infragravedad permitía realizar vuelos. Y la sensación de ingravidez durante una hora, le apasionó.
Allí competían algunos por diversos ejercicios a cual más espectacular y unos celadores sin necesidad de agarrase a las cuerdas se desplazaban sin ninguna dificultad. Ellos calzaban botas magnéticas y tenían recorridos con suelos y paredes magetizadas.
Al presentarse para la inseminación, estaba todo dispuesto a la medida que pidió Caduf.
Los genes incompatibles del germen de los HH, se cambiaron por otros tantos del esperma de Caduf y a su mujer, le suministraron unos anticuerpos para evitar posibles rechazos al esperma alterado.
De esta manera, un descendiente de una civilización de otra Era, se fusionaba con la de Renova, en la que participaban física y biológicamente los padres Caduf y su mujer.
Saludos de Avicarlos.
