COLONIZACION DE RENOVA

COLONIZACIÓN DE RENOVA

Cap 7

Axel, inmediatamente envió un mensaje a todas las naves que formaban la colonia. Tres eran las de su recién llegada más tres de anteriores oleadas.

Su descubrimiento, desapercibido en hasta tres años de exploración, intranquilizó a todos, técnicos, geólogos, físicos y experimentadores de materiales desconocidos en La Isla.

No digerían la orden de abandono, cuando ya se estaban familiarizando con la diversidad de paisajes que ofrecía Renova. Su asentamiento, era fácil de localizar por más colonos en nuevos viajes. Además un entorno árido en el que ningún animal merodeaba. Y en viajes radiales desde su enclave, con sus vehículos similares a los antiguos aviones, o sus planeadores individuales de propulsión neutrínica volando  y sus carros monociclos para  desplazamientos en superficie, eran capaces de a diario reconocer cientos de hectáreas.

Y al haberles llamado la atención las selvas  perimetrales del gran lago, ni se les ocurrió que en terrenos áridos alejados pudieran existir homínidos.

Ciñéndose a la realidad, debían cumplir con lo ordenado, o mostrar rebeldía a la autoridades Isleñas. 

En tal caso, venía a ser una declaración de Independencia, como los Colonos ancestros hicieron al habitar tierras continentales Americanas, rompiendo enlaces con los Europeos. Y esto aún era pronto para realizarlo con éxito.

Su capacidad técnica era elevada y el instrumental acarreado en las naves también vasto. Sin embargo para depender exclusivamente de lo conocido en el planeta, faltaba experimentar las transformaciones proyectadas para que su vida se desenvolviese con una comodidad superior a la de La Isla.

-Seamos prácticos.- dijo Axel- Decidamos por nuestra cuenta si obedecer ciegamente, o con reticencia.

Podemos dialogar con nuestros colegas estudiosos de Virgo. A tenor de su opinión por lo que lleven descubierto allí, podríamos acompañarles y nuestra misión aquí, dejarla por acabada.

De no ser aconsejable por adversas condiciones en Virgo, podríamos asentar nuestra colonia en un enclave inhóspito y seguro de Renova al que los homínidos no puedan acceder.

Se debatió largamente la propuesta de Axel. Con todo la decisión que tomaran no podría ejecutarse hasta tener establecidos todos los contactos tanto con Virgo, como con La Isla. Y en el mejor de los casos en que la respuesta fuera casi inmediata, ellos tardarían más de una semana en conocer el definitivo dictamen por parte de los Isleños y el beneplácito de los exploradores de Virgo.

De fallar todas las soluciones propuestas, regresarían a La Isla.

Axel, repuesto de las contrariedades se apaciguó, pensando que de proceder al regreso, tendría la oportunidad de intimar con Astrid. No hay mal que por bien no venga, pensó.

Los cinco acompañantes de Gurran, tras dos días de caminata por aquél desierto, mostraban cansancio. De no convencerse que anduvieron más de la mitad del camino, hubieran desistido, perdiendo interés por unos pájaros que ni siquiera sabían si serían comestibles.

COLONIZACIÓN DE RENOVA

Cap 8

El camino hasta el pié de las montañas, no disminuía a la misma velocidad que cuando inició la marcha aquél grupo de homínidos. Sus pies no saltaban por el camino; se arrastraban.

Agotaron el agua por lo que sudaron en aquella planicie sin protección de arbolado. Los rayos solares se notaban abrasadores, a diferencia de lo que acostumbraban protegidos en zonas boscosas.

Persistiendo en el empeño, localizaron en la lejanía un manantial. Respondía a sus esperanzas y allí aliviaron su cansancio. Repusieron su impedimenta, con raíces, bayas y granos silvestres.

Gurran, prepando una fogata para descansar una noche antes de emprender el ascenso al altiplano.

Un día lo dedicaron a reponer fuerzas y al nuevo acopio comestible. Luego emprendieron el dificultoso acceso a base de trepar agarrándose a raíces y ramas de la abundante flora por las inmediaciones del manantial.

La energía consumida, de nuevo desanimaba al grupo, incluído Gurran. Aprovecharon una pequeña plataforma en la que pernoctaron. 

Cuando al fín Gurran asomó la cabeza al nivel del altiplano, tuvo la oportunidad de observar como cinco de las monstuosas aves se perdían por el cielo, mientras que una de forma de caparazón de tortuga, realizaba extraña vibración en el suelo.

Se retiró para azuzar a sus semejantes para que también observaran. Solo uno tuvo fuerzas para acelerar la escalada y llegar justo cuando el mosntruo iniciaba el vuelo.

Ya no había nada en aquella planicie, que poco se diferenciaba del desierto que cruzaron abajo. 
Frustrados, subieron todos dirigiéndose al lugar donde Gurran y su compañero vieron a la última ave.

A excepción de unas huellas profundas en el terreno, nada allí ni en sus alrededores podía dar idea de haberse ocupado por seres de cualquier especie.

Desengañados, decidieron regresar a sus cavernas, pero ahora ya no lo harían de día. La experiencia de la insolación, les sirvió de lección. Andarían de noche y dormirían de día.

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Según lo previsto por Axel, al cabo de una semana del envío del último mensaje, obtuvieron la respuesta. Virgo, no era apetecible. Se hallaba en una fase de desarrollo primitiva y los microbios y bacterias escaseaban. Para sostén de una flora y fauna, aún para formar, que fuera suficiente según las dimensiones planetarias, requeriría el transcurso de miles de años. Incluso interviniendo al acelerar el método reproductivo de los microbios existentes, con los criogenizados en la Isla.

La evacuación inmediata de las naves del altiplano, la realizarían dirigiéndose dos de ellas a un enclave más seguro para no ser detectados por animales autóctonos. Las cuatro restantes regresarían a La Isla.

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La tribu entera, se reunió en la Caverna principal ya usual para transmitir grandes acontecimientos.

La bienvenida a Gurran y sus acompañantes quedó en un fallido entusiasmo. No sabían como explicar lo avistado. Y como quien mejor oportunidad que tuvo en ver vestigios de aquellos monstruos, fue Gurran, él se dirigió a Iggg, el artista de la comunidad.

Le conminó a que reflejara en un mural de la Caverna los rasgos de aquellas aves, que le iría describiendo, hasta conseguir una perfecta semejanza. De esta manera sería toda la tribu la que conocería las formas de las aves. Las podrían identificar si regresaran de nuevo.

Vamos, que Gurran se convertía en un investigador de la CSI de la edad de Piedra.