Cap 27
Los mineros, vieron desde sus excavadoras cómo se acercaba gran número de salvajes. Algo inquietante. Sabían que algún día volverían por allí, aquellos asombrados testigos de la función de bienvenida presentada en holograma. Pero una masa tumultuosa, no solo era inesperada, sino que podía traer problemas.
Avisado Axel, observó con un telescopio aquél grupo, que a paso rápido se aproximaba.
-Mira Sixta. La curiosidad de estos salvajes es mayor de lo que esperaba. Creí que vendrían otra docena de ellos, pero conté a cincuenta y cuatro y traen a sus mujeres. ¡ Y más de veinte carros!. Aprenden rápido. Y puntuales. Les podemos enseñar un calendario regular, a tenor de la duración de la órbita de Renova, tan semejante a lo que fue la Tierra y su Luna. Mucha coincidencia sería que incluso el satélite, fuera síncrono. Lo sabremos en cuanto los Astrónomos hayan finalizado su estudio.
-¿No temes que las cosas no sucedan tal como deseas?. Han tenido un mes para pensar en todo lo que les enseñaste. Asustados, mejor, aterrados estaban los cazadores con lo que les resulta ser nuestra magia. Ahora pueden reaccionar temerosos de pasar a ser nuestras presas.
-No hay peligro. Gurri y Torr, habrán dado a conocer sus impresiones sobre nosotros a quienes les acompañan. Ya no les resultará tan impactante. Y el holograma nuevo, esta vez mejor estudiado y representado, les permitirá tener confianza. Esta vez, pienso darles lecciones de mineralogía. Podrán avanzar en su cultura con ayudas simples. No intervendremos, solo les iremos proporcionando algunos conocimientos que ellos puedan pasar de cazadores, a agricultores y granjeros.
-Pues los conductores de las excavadoras, en su llamada, parecían alarmados. Preguntaron si íbamos a recibirles de inmediato, o entraban ellos a la nave.
La recepción que esta vez dio Axel, con Sixta, los conductores mineros, los actores del nuevo holograma y los técnicos de la realización, casi fueron tantos como salvajes allí presentes con evidente alegría por parte de Gurri, Torr y pocos más. Otros con simple curiosidad, pero se veían bastantes que se apretujaban en medio del grupo, con evidente miedo.
El programa que tenía preparado Axel para los salvajes, estaba inspirado en el método que por historia conocía de los Romanos. “ Panem et circum”. Contentar al Pueblo con distracción y estómagos llenos.
La obra representada muy completa era entretenida a nivel rudimentario aportando múltiples conocimientos básicos, que no llegaran a abotagar el cerebro primitivo de aquellos individuos, destinados a ser la futura humanidad de Renova.
En los entreactos, los técnicos, manifestaban el funcionamiento del aparato que daba las imágenes irreales. Permitiendo que lo comprobasen los voluntarios menos temerosos.
Se les repartieron los bollos que tanto gustaron la primera vez.
Acabada la función, Axel les invitó a que acamparan allí varios días. Les suministraría lo imprescindible para
pernoctar a cielo abierto. Les enseñaría cómo buscar distintas clases de piedras, con las que mejorarían su forma de vivir. Y a Gurri y a Torr, les permitiría subir a la antesala de la nave, con el fin que fueran quienes explicaran a su pueblo la diferente forma de vivir.
A la mañana siguiente, los mineros siguieron su labor de extracción de lava, de la “tierra de fuego”.
Ninguno se atrevió a acercarse donde las máquinas trabajaban comiendo lava. Pero ya se formaron la idea de la existencia de máquinas construidas con los minerales que Axel les enseñó.
Les explicó la utilidad de cada tipo de piedras y se las entregó como muestra.
Dio un nombre a cada una para que las distinguieran y pudieran reconocerlas por las tierras que habitaran.
Con la Bauxita, podrían obtener Aluminio
Cobre
Azufre
Plomo
Explicó cómo debían proceder para obtener metales con estas piedras. Para lo cual les surtió de picos, palas, martillos, escarpas, sierras, buriles, pues debían en principio, disponer de herramientas eficaces.
Arrancarían los minerales, los triturarían, luego los molerían. El polvo debían echarlo en recipientes de agua procediendo a la flotación del Aluminio, por último secarlo.
El polvo seco, lo fundirían y podrían una vez frío, darle forma, o cortarlo de mil maneras. Con el cobre y el plomo, procederían directamente por fusión. Y el azufre les serviría para avivar el fuego.
Posteriormente con tales metales, ellos mismos se fabricarían las herramientas.
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