Parejas perdurables (continuación 69 a )
Por el camino, Rodriguez, seguía aleccionándome. Acudíamos a la cita
de Caja de Financiaciones Reunidas S.A. Esta entidad, posteriormente se extinguió
en 1999.
-Carlos, CAFIRSA S.A. es una entidad
financiera Madrileña, que actúa por todo el ámbito Español. Últimamente, su
ánimo expansivo la convertirá en la más importante. Para ello, no son sus
métodos todo lo ortodoxos deseables.
Por lo visto aceptan riesgos superiores a
los de sus competencias. Y por medios político-profesionales, logran
incrementar deuda, transfiriendo operaciones a primeros bancos como el Vizcaya,
o el Bilbao.
Al exponer el abogado de Cafirsa la solución que me brindaban para
retirar la demanda, Rodriguez ya no me dejó responder.
-Entiendo que Uds. Tienen unas letras
aceptadas en teoría por mi cliente. Esto tendrá que comprobarse, puesto que mi
cliente, aquí presente, jamás tuvo contacto con Uds.
-Se trata de una operación librada por una
constructora contra su cliente.
-Mi cliente, ya dio a conocer a los bancos
que también le reclaman cantidades, la real situación. Ésta no cuadra con sus
exigencias, así que si persisten, deberemos actuar contra su representada por
supuesta estafa.
Habiendo desaparecido los Administradores de
la constructora, sin cumplir su contrato, hace sospechar que Uds. o bien
abrevian el trámite cebándose con mi cliente, caso de ser su firma auténtica, o
de no serlo, abusar de su situación.
Tendrán que demostrar la vigencia del
contrato, o el endoso a otras entidades. En tal caso quedará la evidencia que
reclaman por duplicado. O que son cómplices de los Hnos. Doménech.
Tuvieron una breve discusión, en la que Rodriguez, tras exigir
demostraciones del contrato de Cafirsa con los Hnos. Domenech, ante el Juzgado,
salí de allí convencido que la situación sin llegar a entenderlo, la ganamos.
La realidad fue que desde aquel año 1974 hasta el 2002, tal asunto fue
olvidado. Resurgió al recibir una Cédula de Notificación, del Juzgado de
primera Instancia por el procedimiento de cancelación de cargas y gravámenes
sobre el edificio San Juan de Malta.
Me concedían cinco días para interponer recurso de apelación contra la
sentencia de anulación cargas.
Recordé que cuando adquirí el edificio, forzado por la estratagema del
propietario, yo mismo me abstuve de cancelar la hipoteca de un millón de
pesetas a la que anteriormente, en 1966 gravé como garantía del capital
aportado.
Al ser yo el nuevo propietario, me pareció gasto inútil una nueva acta
Notarial de cancelación, e inscribirla al Registro. La única persona que podía
reclamar tal cantidad, era yo mismo. Huelga la deducción.
Sin embargo, por lo visto el año 1997, debía prescribir al no
presentar demandas de ejecución.
Y en ello, también estaba incurso el actual Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, S.A., fusionados en 1988.
Consecuencia: Por olvidarme, perdí la oportunidad de sacar a subasta
al edificio, para recuperar un millón de pesetas más costas. Cualquiera podría pensar que tal olvido se debía a mi abundancia, cuando yo pasé verdaderos apuros para mantener a la familia al máximo protegida, disimulando mi precariedad.
Por otro lado entendí que Cafirsa, en su día, prefirió pasar la patata
caliente de las letras de Hnos Domenech al Banco Bilbao, antes que provocar el
litigio que Rodriguez les insinuó.
Y lo que más me intrigó fue el
que se involucrara el Bco Bilbao, actual BBVA. Ahora entiendo, que Cafirsa,
estando en periodo de Liquidación, se desprendería de todos sus activos, entre
los cuales se hallaba su vínculo con el antiguo banco Bilbao.
Un año después de mi decisión de abandonar la lucha por las obras de
Santa María, los Bancos afectados Bilbao, Vizcaya, Santander y Central y la
financiera que no recuerdo, en una misma reunión con Rodriguez acudieron, para
saldar el caso, pero no se presentó Cafirsa.
Vistas las posturas de ambas partes, Rodriguez, ofreció a los
demandantes, un justiprecio de los Bungalowes y sortearlos a los actores como
pago.
El Banco Central, y la financiera, se adjudicaron por compra los que
les correspondieron, el Santander y el Vizcaya, los gravaron con sendas
hipotecas, pero el más inteligente fue el Bilbao, que renunció a reclamación
alguna.
-Rodriguez, ¿porqué dices que el jefe de la
jurídica del Bilbao, ha sido el más inteligente?.
-Porque seguro que al ser gato viejo, conoce
que es lo más barato que puede salirles.
-O sea que se dan por estafados en la
proporción que les cupo y lo destinan a pérdidas y ganancias, sin más.
-Así es. Los demás aparte de lo estafado,
ahora apechugarán con los gastos de legalización y más adelante los perjuicios
de tener unas obras inacabadas, que se deteriorarán con el tiempo, si no, aún
con más gastos municipales.
Tuvo razón de nuevo Rodríguez. Años después, los mismos bancos que me gravaron
los Bungalowes, me ofertaban su recompra a bajo precio. Negándome,
reiteradamente, el súmmum llegó en una oferta ultimátum del Santander. Me
brindaba crédito para acabar yo mismo las obras, y no exigirme ni lo
hipotecado, ni el crédito para la obra, hasta realizada la venta a clientes.
Hay que ver, cómo cambian las situaciones, siempre a favor del que
tiene la sartén por el mango.
¿Porqué, algo así no me lo ofrecieron, cuando los visitaba
anunciándoles la estafa de la que era víctima?.
Por aquellas fechas me desenvolvía por otros lares. Ya no me apetecía
reemprender obras por Nova. Lo que intentaba era pulirme las fincas que
quedaron sin vender.
Para postre el Ayuntamiento de Nova, promovió un P.E.R.I en Santa
María. (Proyecto Especial de Reforma Interior). Al enterarme, no pude menos que
regocijarme. Lo predicho por Rodriguez, se cumplió con énfasis, para escarnio
de los letrados financieros.
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