lunes, 31 de octubre de 2011


Parejas perdurables  (continuación  69 a )

Por el camino, Rodriguez, seguía aleccionándome. Acudíamos a la cita de Caja de Financiaciones Reunidas S.A. Esta entidad, posteriormente se extinguió en 1999.

-Carlos, CAFIRSA S.A. es una entidad financiera Madrileña, que actúa por todo el ámbito Español. Últimamente, su ánimo expansivo la convertirá en la más importante. Para ello, no son sus métodos todo lo ortodoxos deseables.
Por lo visto aceptan riesgos superiores a los de sus competencias. Y por medios político-profesionales, logran incrementar deuda, transfiriendo operaciones a primeros bancos como el Vizcaya, o el Bilbao.

Al exponer el abogado de Cafirsa la solución que me brindaban para retirar la demanda, Rodriguez ya no me dejó responder.

-Entiendo que Uds. Tienen unas letras aceptadas en teoría por mi cliente. Esto tendrá que comprobarse, puesto que mi cliente, aquí presente, jamás tuvo contacto con Uds.

-Se trata de una operación librada por una constructora contra su cliente.

-Mi cliente, ya dio a conocer a los bancos que también le reclaman cantidades, la real situación. Ésta no cuadra con sus exigencias, así que si persisten, deberemos actuar contra su representada por supuesta estafa.
Habiendo desaparecido los Administradores de la constructora, sin cumplir su contrato, hace sospechar que Uds. o bien abrevian el trámite cebándose con mi cliente, caso de ser su firma auténtica, o de no serlo, abusar de su situación.
Tendrán que demostrar la vigencia del contrato, o el endoso a otras entidades. En tal caso quedará la evidencia que reclaman por duplicado. O que son cómplices de los Hnos. Doménech.

Tuvieron una breve discusión, en la que Rodriguez, tras exigir demostraciones del contrato de Cafirsa con los Hnos. Domenech, ante el Juzgado, salí de allí convencido que la situación sin llegar a entenderlo, la ganamos.

La realidad fue que desde aquel año 1974 hasta el 2002, tal asunto fue olvidado. Resurgió al recibir una Cédula de Notificación, del Juzgado de primera Instancia por el procedimiento de cancelación de cargas y gravámenes sobre el edificio San Juan de Malta.
Me concedían cinco días para interponer recurso de apelación contra la sentencia de anulación cargas.

Recordé que cuando adquirí el edificio, forzado por la estratagema del propietario, yo mismo me abstuve de cancelar la hipoteca de un millón de pesetas a la que anteriormente, en 1966 gravé como garantía del capital aportado.
Al ser yo el nuevo propietario, me pareció gasto inútil una nueva acta Notarial de cancelación, e inscribirla al Registro. La única persona que podía reclamar tal cantidad, era yo mismo. Huelga la deducción.

Sin embargo, por lo visto el año 1997, debía prescribir al no presentar demandas de ejecución.
Y en ello, también estaba incurso el actual Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, S.A., fusionados en 1988.

Consecuencia: Por olvidarme, perdí la oportunidad de sacar a subasta al edificio, para recuperar un millón de pesetas más costas. Cualquiera podría pensar que tal olvido se debía a mi abundancia, cuando yo pasé verdaderos apuros para mantener a la familia al máximo protegida, disimulando mi precariedad.

Por otro lado entendí que Cafirsa, en su día, prefirió pasar la patata caliente de las letras de Hnos Domenech al Banco Bilbao, antes que provocar el litigio que Rodriguez les insinuó.
 Y lo que más me intrigó fue el que se involucrara el Bco Bilbao, actual BBVA. Ahora entiendo, que Cafirsa, estando en periodo de Liquidación, se desprendería de todos sus activos, entre los cuales se hallaba su vínculo con el antiguo banco Bilbao.
Un año después de mi decisión de abandonar la lucha por las obras de Santa María, los Bancos afectados Bilbao, Vizcaya, Santander y Central y la financiera que no recuerdo, en una misma reunión con Rodriguez acudieron, para saldar el caso, pero no se presentó Cafirsa.
Vistas las posturas de ambas partes, Rodriguez, ofreció a los demandantes, un justiprecio de los Bungalowes y sortearlos a los actores como pago.

El Banco Central, y la financiera, se adjudicaron por compra los que les correspondieron, el Santander y el Vizcaya, los gravaron con sendas hipotecas, pero el más inteligente fue el Bilbao, que renunció a reclamación alguna.

-Rodriguez, ¿porqué dices que el jefe de la jurídica del Bilbao, ha sido el más inteligente?.

-Porque seguro que al ser gato viejo, conoce que es lo más barato que puede salirles.

-O sea que se dan por estafados en la proporción que les cupo y lo destinan a pérdidas y ganancias, sin más.

-Así es. Los demás aparte de lo estafado, ahora apechugarán con los gastos de legalización y más adelante los perjuicios de tener unas obras inacabadas, que se deteriorarán con el tiempo, si no, aún con más gastos municipales.

Tuvo razón de nuevo Rodríguez. Años después, los mismos bancos que me gravaron los Bungalowes, me ofertaban su recompra a bajo precio. Negándome, reiteradamente, el súmmum llegó en una oferta ultimátum del Santander. Me brindaba crédito para acabar yo mismo las obras, y no exigirme ni lo hipotecado, ni el crédito para la obra, hasta realizada la venta a clientes.

Hay que ver, cómo cambian las situaciones, siempre a favor del que tiene la sartén por el mango.
¿Porqué, algo así no me lo ofrecieron, cuando los visitaba anunciándoles la estafa de la que era víctima?.

Por aquellas fechas me desenvolvía por otros lares. Ya no me apetecía reemprender obras por Nova. Lo que intentaba era pulirme las fincas que quedaron sin vender.
Para postre el Ayuntamiento de Nova, promovió un P.E.R.I en Santa María. (Proyecto Especial de Reforma Interior). Al enterarme, no pude menos que regocijarme. Lo predicho por Rodriguez, se cumplió con énfasis, para escarnio de los letrados financieros.


sábado, 29 de octubre de 2011


Parejas perdurables  (continuación  69 )

-¿Quién ha doblado esta cuchara?.

Tere se extrañó hallar encima la mesa de la cocina una cucharilla con evidentes trazas de haber sido forcejeada.
Jordi con diez años recién cumplidos, ufano por su destreza a pesar de ser zurdo, le contaba a Tere.

-Mamá: he sido yo, que con esta cuchara manejé la cerradura de la habitación de mis hermanos y la pude abrir.

La puerta del dormitorio de los dos pequeños, inesperadamente con la cerradura encasquillada,  no permitió accionar ni el pomo interior, ni la manivela exterior.
Estando sus hermanos encerrados, se cansaron de intentarlo. Nerviosos, empezaron a llorar. María, la doméstica, tampoco pudo abrirles la puerta. El quinto vástago, con los esfuerzos y la rabia de hallarse encerrado, se estaba haciendo pipí.

María, tuvo la mala idea de socorrerles de la forma que a Tere, la sacó de quicio.
Después de desahogarse increpándola con fuerte vilipendio, la despidió.
Fue la última sirvienta que tuvimos. A partir de esta fecha, Tere ya sólo tomaba a horas alguna mujer de faenas para la limpieza, o para coser la ropa. De todos modos, ya entraba en nuestros cálculos reducir gastos.

Llegué tarde a comer, después de la sesión en el Banco Central, pensando ya en la renovada disculpa que tendría que presentar a Tere. Las obligadas citas a los bancos, me causaban problemas familiares. Y aún me quedaba la de Cafirsa, desconocida hasta aquél día por mí. Era la principal financiera, que descontó las letras a los Hnos. Domenech.

Suponiendo que ya habrían terminado la comida, no esperaba que aún no habían puesto la mesa.

-Carlos, ya me apañaré sin sirvientas. Despedí a María, que por poco me da un patatús. La muy imbécil sacó a Xavi por la ventana.


Planta 5ª del piso de Consejo Ciento
A)-Puerta cerrada con cerradura atascada.
B)-Dormitorio con dos niños encerrados.
C)-Aseo receptor del 5º hijo traspasando ventanas.
5 )- Dormitorio de la Doméstica.

Por lo visto María por querer ayudar a Xavi, puso una silla en la bañera del aseo, se subió y sacando los brazos por la ventana le llamó para que se agarrara a ella. Así le introdujo con poca dificultad merced a sus pequeñas dimensiones corporales.  Y el niño, ya podía hacer pis en el W.C.

Cuando relató la imprudencia Tere, recordé que también a mis seis años de edad, algo semejante protagonicé en nuestro piso de Olot. La puerta se me cerró de golpe, con la llave puesta por dentro.
Mi padre me subió hasta la altura de la ventanilla del aseo que daba al rellano de la escalera y así, pude entrar y desde dentro abrir la puerta sin dificultad y recordar para siempre, no dejar la llave puesta en la cerradura. Pero allí no había una altura de cinco pisos.

Y ahora, me recuerda a Mike Jackson, mostrando a sus fans, a su hijo por la ventana. Su imprudencia, no merecía el alboroto que se armó. Hubiera sido justificado si su acción se hubiese asemejado a la de María. 

El beneficiario de tal accidente, fue el cuarto vástago, que a partir de aquél día se auto adjudicó el dormitorio de María, para él solito.

Por lo visto, estaba viviendo una época en que los problemas, no se veían venir. Simplemente, venían.

Hablé con Rodriguez comentándole el resultado del banco Central y mi próxima entrevista con el financiero de Cafirsa. Enterado de como discurrían los sucesos, se prestó acompañarme.
Y la añagaza que Rodriguez tendió al financiero de Cafirsa, tenía injundia.


sábado, 22 de octubre de 2011


Parejas perdurables  (continuación  68  )

-Tere, desprenderme de los negocios, está resultando peor que seguir con ellos.

-Lo superarás. Nuestras necesidades ya van decreciendo. Los niños ya no necesitan niñera. Fíjate en J.C., como consigue que le obedezcan y les enseña a mantener ordenada la habitación. Lo que me preocupa, es por la niña.

-¿Qué le ocurre?. No le veo nada preocupante.

-La profesora, recomendó que la trajéramos al psicólogo. Se retrasa anormalmente en la lectura y redacción.

El psicólogo, después de entablar una conversación con Esther, le mandó realizar unos gestos imitados a los que él le hacía.
Nos quedamos boquiabiertos, al ver como nuestra hija titubeaba y solo los acertaba repetir bien, de casualidad. No interpretaba que la gesticulación, del Dr. Frente a ella, era como si de un espejo se tratara. Le dio instrucción sobre la derecha y la izquierda y el motivo por el que no era lo mismo ver una persona desde una posición frente al espejo, que vis a vis.

Nos citó para otro día en que quería entrevistarnos a nosotros a solas.
Con ello se formó la idea, al hablarle de sus hermanos y el entusiasmo que nuestro primogénito puso al saber a Tere esperando un “hijo”. Que fue decepción, al nacer Esther. 
No contarían con su pretendido equipo de fútbol formado por siete muchachos, con una niña. Total J.C. dirigía a sus hermanos y jugaban a las mil maravillas todos a una, pero olvidando a su hermana.

La continuada indiferencia durante seis años, la convirtió en retraída y disléxica. Este fue el diagnóstico del Dr. Y por todo tratamiento, recomendó solo el cambio de actitud de sus hermanos.

Hablado el problema con ellos, especialmente con J.C. que entendió a la perfección, a partir de aquél día, la incluyeron en todos sus juegos.    Se dirigían a ella como lo que siempre había sido, una hermana de igual a igual.

Como un milagro, en tres meses, Esther, dejó de ser dislexia, más comunicativa y vivía las gracias, disfrutando de ellas como todos sus hermanos.

Una vez reducida la plantilla que arrastraba para el funcionamiento de los negocios, Carrión, se instaló en el piso de planta baja de San Juan de Malta. El anterior despacho, que también había sido nuestra vivienda, lo alquilé con suma facilidad.
Era lógico, ya que persistía la tendencia a las adquisiciones mediante hipotecas. Habiendo pues un limitado número de ofertas de alquiler, un piso como el que ofrecía, no era nada despreciable.
Entre este pequeño ingreso y la eliminación de las nóminas, se allanaba el camino de la normalidad desde la nueva perspectiva.

No todo iba a ser camino de rosas, ya que a los seis meses, el inquilino, desatendió los alquileres.
Otra vez Rodríguez a la palestra. Obtuvo tras otros seis meses de litigio, el cobro de la anualidad retrasada y el convenio de que la próxima desatención, sería sin más trámite desahuciado.

A Carrión lo ocupé con los cobros de cantidades pendientes de clientes, bien visitándoles, bien por requerimientos telefónicos.
Y aprovechando su ubicación en la vivienda prestada, hacer prosélitos para mi propuesta de venta de los Bungalowes a medio construir.

Esto, falló por varias razones. La principal, que la barriada en aquél tiempo, era la habitual de clase obrera. Nadie por las inmediaciones disponía de medios suficientes para continuar las obras. A penas podían con la adquisición de un simple solar, sin ningún servicio.

Otra razón fue la inminencia en tener que desatender las letras de los Hnos. Domenech, imposibles de recuperar de las financieras.

Y otra inesperada, la resolución del Ayuntamiento de Nova, de reglamentar a Santa María, con un P.E.R.I.
Esto es, un Plan Especial de Reforma Interior. La afección, era tal que ya no servían ni los Bungalowes segregados, ni el terreno restante.
Con ello, agravaba la imposibilidad de hallar clientes. Y mientras, se imponía a través de este PERI, una cuota por metro cuadrado de propiedad, para atender al construcción del alcantarillado.

Esto, me dejó planchado. La cantidad de metros cuadrados que me otorgaban, hacía que el precio resultante de los solares volviera a duplicarse. 
Desde la década anterior en que adquirí la finca de Sumella, hasta este momento en que se gravaba el metro cuadrado por el impuesto Municipal, había pasado de veinte pesetas el metro cuadrado, a  seiscientas. Me vi incapaz de seguir actuando con estas condiciones.

Agravado pues por la visión del abandono de las obras, una vez hube devuelto el crédito de Fomento, resté prácticamente descapitalizado. Y desanimado. 
Lo comenté a Carrión, a quien le confesé que tantas avalanchas nefastas unidas, eran superiores a mis fuerzas, lo que decidí desatender más letras, y dar a conocer a los bancos mi abandono, cancelando cuentas, definitivamente.

-Don Carlos, esto no es el fin del mundo. Tiene Ud. mucho por lo qué seguir luchando. A parte de la familia, le quedan propiedades a las que debe rentabilizar.

-Sí. Es verdad que no estoy en la miseria, pero lo que estoy, es descapitalizado totalmente. Y lo que mayor desequilibrio me causa, son esas letras de las financieras que ni Rodriguez supo evitármelas. No es sólo la estafa de respetable cuantía, sino lo que arrastra en consecuencia. Ya nadie querrá adquirir Bungalowes a medio construir y menos con un gravamen tan elevado por el alcantarillado.

Aún pasaron otros tres meses sin que nada aflorara al público en general, ni a los bancos en particular. Llegado ya el momento de reclamaciones por devolución de letras, se iniciaron los avisos de los tenedores con la resolución legal de exigir de contado, la totalidad del resto de deuda.

Esto ya fue la acabose. De contado, ipso facto, imposible. Y ya no importaba vender Bungalowes. Me harté hasta no poder más.
Mandé a Carrión recorrer unos cuantos bancos, mientras yo lo hacía con los restantes, para comunicarles esta mala nueva.

Él, se dirigió a los que no presentarían problema alguno, en tanto que yo lo hice con los que pedían me presentara a Dirección. No hacía falta ser adivino para saber el motivo.
Me sorprendió que se acumularon estas solicitudes, provinentes de bancos incluso ajenos a mi operativa.

Y uno de ellos, el chasco que se llevó fue mayúsculo.



Parejas perdurables  (continuación  68 a )

Lo hablé con Tere, ya que en esta ocasión la decisión le incumbía directamente a ella.

-Tere, esta vez, a menos que varíes de parecer, seguiré tus tan repetidos consejos de no entrar en negocios. Ya inicié entrevistas con los bancos para cancelar cuentas. Nos quedamos con el resto de manzana Usamasa, sin los Bungalowes. Tú sigues siendo la Administradora.
Luego queda la manzana que va a nombre de Jacinto y las parcelas resto de mi venta a Frío Santiga.
Los Bungalowes, no los puedo vender como están, ni puedo acabar las obras, sin más capital.
Pero de Fadiexde, tu contrato con Kubala, ¿Qué hacemos?.

-¿Ahora me vienes con esas?. Lo firmé porque así me lo presentaste, pero no tengo ningún interés.

-Pues es el único negocio que figurando tú como única propietaria, me hace titubear. Ramón, con la jugarreta de Ibañez, se ha visto obligado a renovar las actividades y buscar otro suministrador. Me pidió tres millones para poner en marcha la campaña de las botas Kubala. Como no quiero ya más créditos y él no obtuvo capital por su cuenta, este será también el fin del negocio por mi parte de los Trofeos Deportivos y el tuyo de las botas.

No se inmutó. Incluso hoy, casi cuarenta años después, temo que no es consciente del negocio que tiramos por la borda. Pero aquel día como el César Romano, pasamos el Rubicón.
De haber tenido ella un mínimo interés, quizá hubiera cedido en llevarlo adelante, pero vista su actitud de indiferencia, puse a Carrión en marcha para seguir lo programado.


Fui comunicando a los Directores de las agencias el motivo de mi próximo cese en los negocios, por lo que les solicitaba las cancelaciones de cuentas.
Alguna resistencia ponían como es natural. Su misión, es captar Capital y clientes, no en perderlos. Una mala nota en su expediente bancario.

Estas entrevistas aclaratorias y de cese actividad, me ocupaban toda la mañana para cada uno de los bancos, de manera que las llamadas para entrevistarme con todos, se hacían insistentes, al creer los banqueros que les rehuía. Sin embargo Carrión, ya les ponía veladamente al corriente, cosa que en vez de tranquilizarles les inquietaba aún más.

Llegado el turno de atender a la insistente llamada del Santander, el Director, al verme respiró tranquilo. Según dijo, aquél día vencía el plazo para que aceptara el crédito de dos millones y medio, concedido desde hacía quince días, sin que yo hubiera aparecido por allí.  De no llegar a tiempo, tenía que cancelar la operación y devolverla a la Central de riesgos.

-Pues mire Ud. No vengo a firmar el crédito, sino a cancelar la cuenta.

Su sorpresa, no la ocultó. Inmediatamente pensó en que la competencia logró captarme. Pero cuando le puse al corriente del motivo de mis cancelaciones con su banco y todos los demás, se puso lívido.

Estaba confesándole, ya que no me importaba, que pronto las financieras de los Bungalowes, reclamarían las letras que no atendería. Sabían los banqueros, que esto motivaría salir al R.A.I., con lo que se recomendaba a todas las entidades financieras, negar créditos mientras se mantuviera el nombre del cliente en la lista.
Sobre esta cláusula, también tengo mal sabor de boca al enterarme que unos comisionistas se ofrecían a borrar del RAI, a quienes les pagaban un porcentaje de la cantidad a desaparecer. O sea que un camelo más, de tantos como el ser humano, es capaz.

El Director, serenándose, siguió a la defensa mutua. A mí me conminaba que aceptara el crédito, ya que las cantidades que debía atender de las financieras, mensualmente, eran pequeñas, por lo que tenía unos cuantos meses por delante para resolver mi situación. Y él no quedaba mal ante sus superiores que le achacarían poca diligencia en la concesión de créditos.
No le valió su buena voluntad interesada, ya que la decisión tomada junto con Tere, era definitiva.
Incluso Rodríguez me recriminó, haber dado estos pasos tan prematuros.

-Carlos, tenías que aguardar a que se produjera la aparición del RAI. Al menos tenías dos meses para realizar otras operaciones. Y con esos dos millones y medio, tenías de sobra, para demandar a las financieras cuando actuaran, en tanto que descapitalizado tendrás que ponerte a la defensiva. Es más barato, pero perderás el patrimonio afectado por las financieras.

-Si para vender los Bungalowes hay que terminar las obras, ya las doy por perdidas.

Tal como dijo Rodriguez, dos meses tardaron las financieras en protestar las letras, notificarlas al RAI y reclamarme las cantidades pendientes como vencidas.
Al no hacerles caso, volví a recibir notificaciones de los bancos Central, Vizcaya, Bilbao, Popular, Cafirsa, y otra financiera menor que no recuerdo.
Me extrañó que los bancos, a los que ya había acudido dos meses antes cancelando cuentas, de nuevo me citaran pero esta vez a su sede Central de créditos. Lo de las financieras, lo veía lógico, ya que eran las que aceptaron las operaciones de Hnos, Domenech.

-No ha de extrañarte. Las financieras trabajan con todos los bancos y se pasan riesgos como si de barajar cartas se tratara. Seguro que tus letras estarán repartidas por todos ellos, pero a ti no te venían por las agencias en que trabajabas sino que éstas forman cuerpo especial que lo tramitan los equipos de riesgo con su jurídica en oficinas separadas, dentro del edificio de su Sede.

Me lo explicó Rodríguez como de costumbre, el asesor de años que tuve desde mi incursión a los negocios.
Y así tuve la oportunidad de recorrer los laberínticos pasillos de la última planta del Banco Central en Plaza Cataluña, para tener cambio de pareceres con los abogados y contables que por allí figuraban distribuidos en múltiples compartimentos.


Allí donde siete años después, el 23 Mayo 1981, murió de un balazo uno de los atracadores del banco, se supone que de sus mismos compañeros al verse acorralados y víctimas del asedio del los GEOS que entraron por el tejado.

Como este atraco era algo más que espectacular, digno de la trama mejor urdida realizada para los filmes de Holywood, dejo el enlace que lo detalla tal como yo mismo lo recuerdo y ví en su día por la Tele, mientras sucedía, ya que duró la acción un día y medio.


El director financiero del Banco Central, me entretuvo un par de horas sondeando la solución para atender las letras sin necesidad de reclamarlas vencidas. Tuve de nuevo que mantenerme firme, indicando que ya que la estafa me la hicieron los tenedores de las letras, yo daba por perdido el objeto que eran los Bungalowes, por lo cual podían proceder con ellos.

En principio, esto era inviable ya que se debían a las normas estrictas. Dicho lo cual, les dí el teléfono de Rodríguez para que lo trataran de letrado a letrado.
Sucesivamente, las entrevistas las mantuve con todos los actores, hasta conocer a la misteriosa Cafirsa.





domingo, 16 de octubre de 2011

Parejas perdurables  (continuación  67 )



Por lo que deduje respecto al ignorado cliente, que transmitió la propiedad de Complejos 7V2 s.a., al Banesto, tenía que tratarse de alguien más inteligente que Paco, el desgraciado vendedor de pescado fósil.

Para zafarse de problemas financieros, quien adquirió la finca al bajo precio que se la vendí, debió pulirse todos sus bienes privados y ofrecérsela al banco por valor triplicado, como cancelación de deuda.
Y esta es una de las ocasiones en que se  aplaude al pillo por enredar a un banco, con sus mismas armas.

Jacinto y Picot, me pedían ampliar el negocio de Congelados, pasando de distribuidores comerciales a productores Industriales.

Las croquetas plagiadas de Prat, ya solo representaban una mínima parte del negocio que se obtendría al elaborar diversidad de platos, en lugar de distribuir los productos primarios.
Requerían triplicar el Capital social. Se adaptaría una nave industrial de un polígono de Olot, con una instalación moderna mecanizada al máximo, incluido embalaje y manufacturación.
Inoportuno. Le conté a Jacinto que con el problema que se me venía encima, con las letras de las financieras a atender mensualmente, lo que necesitaba era recuperar capital y no invertir.

-Carlos, ya que es de absoluta necesidad para rentabilizar Congelados, habiendo salido al mercado Findus, debemos realizar esta ampliación. Si no puedes aportar capital, pediría a mi padre que lo hiciera él, tal como había sido su primera intención, antes de adquirir la manzana de tu urbanización.

Permuta tu participación por la finca, que volverá a ser de tu propiedad y así no deberemos excedernos en la ampliación.

Como mi plan era el de ir eliminando intervenciones en negocios, no me parecía mal el abandonar también el de los Congelados, pero, recuperar a mi nombre la finca, resultaba otra inversión, más que por gastos Notariales por los de Hacienda que a esta reventa, le correspondía una fuerte revalorización Catastral y le acompañaría la Plus Valía, que exigiría el Ayuntamiento de Nova

-Le veo un inconveniente Jacinto. Si lo que quiero es recuperar Capital aún cuando esta permuta me favorece, no me facilita soluciones. El costo de legalización, no lo puedo asumir ahora.

-Esto no es inconveniente. En privado hacemos la permuta y yo recibiré un poder de mi padre para seguir vendiendo las parcelas a tu aire, directamente a tus clientes.

Esto ya era un adelanto. Así, cuando cobrara de Prat por la sociedad Frio Santiga, cancelaría la cuenta de los 24 millones  de Fomento.

Como despedí al personal de oficina, indemnizados correctamente, me quedé como ayudante, secretario y contable a Carrión. Y Tere, atendería llamadas en nuestra ausencia del despacho. En definitiva, era ella la Administradora titular de Usamasa
.
A Carrión, Ramón me lo adjudicó para que desglosara las contabilidades de los diversos negocios de la tienda. Una sería la de camisetas deportivas, otra la de accesorios, que las llevaría su ayudante Martinez y con Los Trofeos y Copas de Ibañez, seguiría  Marciano.

Cuando Ibañez desvalijó el obrador de los Trofeos llevándose durante una noche, maquinaria y Plata, Marciano se quedó huérfano de su misión, sin embargo lo seguí manteniendo como empleado de la Tienda, a pesar de no estar directamente vinculado en mi plantilla de Usamasa. Su poca utilidad, se reducía a transmitir a Carrión los asuntos pendientes de su sección.

Carrión era eficiente tanto para llevar la contabilidad, como para manejar a los clientes, pero mejor aún al tratar con los directores de banco.

Le encargué ir reduciendo movimientos de cuentas. De las veinticuatro que tuve, por mi parte ya solo me quedaban dieciocho y de ellas, le pasé seis con las que ya no operaría a partir del momento en que no quedara ni riesgo, ni cobros pendientes en ellas.

Por lo visto Carrión, se olió que la reducción drástica de personal que estaba haciendo, también le afectaría a él.

-Don Carlos, me hallo en una difícil situación en la que si tiene previsto cancelar mis servicios próximamente, me hundiría.

-Es verdad que estoy cancelando negocios, pero no tema Ud. que Usamasa, seguirá en pié forzosamente, ya que los únicos socios actuales son mi esposa y yo. Tenemos que vender los últimos apartamentos y treinta Bungalowes, cuanto antes, para cancelar todos los créditos.

-Sepa que es Ud. mi salvación. Dentro de tres meses, el Ayuntamiento, nos desahucia de la vivienda. Se ejecutarán las obras del proyecto de la plaza del Matadero.

Efectivamente en un año, aquella plaza con edificios de viviendas y  el matadero Municipal, fue arrasada y se convirtió en un parque dedicado a la escultura de Miró , “Pájaro y señora”.





Una vivienda de alquiler por aquél tiempo era muy difícil de hallar, o sea que sin algún capital ahorrado, Carrión, se hallaría sin remedio en la calle.
No tenía ahorros para obtener un piso en propiedad y si se quedaba sin empleo, ningún banco le facilitaría el crédito.

Movido por la compasión, le ofrecí que ocupara un piso de mi edificio de San Juan de Malta, mientras no consiguiera otra cosa mejor.

Poco le faltó, para que no me besara los pies allí mismo, pero a pesar de servirme varios años, en los que obtuvo mi confianza, como mis anteriores contables, me asestó la puñalada.


Parejas perdurables  (continuación  67 a )

La finca que escrituré a Frío Santiga, para no resultar segregación parte del resto de la manzana que ya se había parcelado para otros siete clientes, la redacté en documento privado.  En la Notaría, se hizo constar la superficie total confesando el precio recibido con anterioridad.

También en escritura aparte le vendí dos chalets de la misma manzana, que ya figuraban en el Registro de la Propiedad.
Así, finiquitaba mi poder de la propiedad de Sumella, en su parte de ubicación en el  municipio de Cubera. Aún para agotar el uso de este poder que me sirvió durante nueve años, restaba segregar la superficie correspondiente al vial, que limitaba las manzanas. Y no resultaba útil para los clientes. No está bien visto que un particular construya en plena calle.

Lo agotaría en su día al ceder el resto de finca directamente al Ayuntamiento. Me ahorraba el doble traspaso de la finca a mi favor.

El documento privado, obligaba a Santiga, escriturar en su día a favor de mis clientes de forma gratuita, las detalladas siete parcelas. Llo signó Eloísa.
Me extrañó cuando leyó el Sr. Notario que representaba a la Sociedad en calidad de Administradora, con poderes totales.

¿Hasta dónde llegaría el entendimiento de ella, con Prat?. Ya parecía creíble lo de que intimaran, pero fuera cierto o no, no obedecía a motivos sentimentales sino todo lo contrario.
Me lo contó Prat, meses después, cuando segregó a su vez una parte de lo adquirido  a favor de Ezquerdo, antiguo cliente mío.

-Carlos, esta sociedad de Santiga, nace tocada. El socio que tenía, ya sabes la jugarreta que me hizo. Pues bien llegó a conocimientos de Ribas, el nuevo socio para Santiga. Mostrando un pundonor hipócrita, impidió que mi nombre figurara en la administración. Evitaba que personas de su entorno social, le consideraran colega de un procesado.
Eloísa, tiene toda la confianza mía y de mi padre y ella no tiene ninguna participación en la sociedad, pero es plenipotenciaria para todas las funciones legales.
Tanto mi padre como yo, venderemos las acciones, ya que no las Sindicamos y tendrá que quedárselas él.

Desconocía el significado, o más bien las consecuencias de crear una sociedad, sin “Sindicar las acciones”. Lo supe años después de hallarme víctima de la serie de estafas concatenadas por motivo de los Bungalowes.

-Pero, ahora tendré que escriturar las parcelas que no os vendí.
-Ella es la que seguirá como administradora y te las firmará cuando se lo pidas.

Prat y su padre, no sindicaron las acciones. Y eso que parecía intrascendente, fue la causa de la finalización de nuestro contacto.
Vendió sus acciones y las de su padre, desapareciendo de mi Mundo.
Por lo visto, con el líquido obtenido por la venta de la finca a Esquerdo, se dieron los Prat por satisfechos de su participación en la sociedad teniendo que adquirir la totalidad de las acciones, el socio Ribas.

Intenté localizar a Prat hace unos años, por la nostalgia de lo vivido en aquellos comunes negocios pero no lo conseguí. Su antiguo domicilio, el de sus padres ya no era, ni es. Quizá por defunción de sus miembros, o por cambio de residencia, incluso de Ciudad. Por facebook tampoco está y ya no llega a tanto mi nostalgia y afán de platicar unas horas con él, como para meterme a su búsqueda por los medios sociales, o ayudado de un investigador.

Sin embargo, si casualmente leyera esto, me satisfacería rememorar conjuntamente, nuestras aventuras y desventuras.
Y se dará por aludido, si lee esto, por más que disfracé su nombre en la narración.
La conclusión, inesperada por este motivo, fue que las complicaciones generadas por los aviesos Hnos. Domenech, trascendieron por todos los frentes. No tuve ocasión de vender las parcelas a tiempo.

Unos años después, Eloísa cesó de Administradora y Ribas, cambió el nombre de Santiga por el de otra sociedad que tenía, fusionándolas.
Con Eloísa también perdí el contacto, ya que años después al querer conjuntamente con Esquerdo, comercializar estas parcelas, había regresado a Melilla con sus padres.

Pero no era solo este el inconveniente para recuperar las parcelas, el Ayuntamiento de Cubera, nos granjeó una alegría, (maldita) al haber trazado en la manzana una calle que la atravesaba en diagonal.
Claramente era una argucia, para usurpar propiedades aún no figurantes en el Registro de la Propiedad. De nuevo el Ayuntamiento abusaba de sus atribuciones.

Yo me había desprendido ya de todo el personal de Usamasa, y también de Los Trofeos deportivos. Mucho me costó. Me quedé solo con Carrión.

El contable de Ibañez, Marciano, no quiso despedirse por las buenas y me obligó a desatenderle, ya que no tenía contrato con él firmado.

Pues aprovechando mi débil situación, me llevó a Magistratura del Trabajo.
De nuevo, consulta con Rodriguez.

-Tranquilo, Carlos. No tiene ninguna razón para pedirte indemnización. Es a Ibáñez a quien debe pedírsela.

-Pero Ibañez, ya sabes, no solo nos robó, sino que para cubrirse las espaldas nos amenazó con demandarnos con cargos ficticios, si nos querellamos. Y tú mismo me desaconsejaste ninguna acción, que resultaría otra lid con años de seguimiento.

-Sí Carlos. Y te lo dije desde un principio, a menos que quieras a partir de ahora ser :
Carlos, de oficio “Sus pleitos”.
Lo que puedes hacer, después de lo que ya has perdido, presentarte a Magistratura, alegar falta de liquidez y abonarle los seis meses de indemnización que le corresponderían si fuera legal, en doce meses.
Seguro que lo admitirá el Sr. Juez y tú, al tercer mes deja de pagarle. Verás como ya no incordiará, pues le costaría la reclamación otro año de espera sin garantía de cobro.

-Hombre. Es la primera vez que me enseñas a aprovechar las deficiencias de la Justicia a mi favor.

Mientras, Carrión había realizado un centenar de visitas a los clientes de Santa María pendientes de escritura. Les cité a la notaria, en cinco días  por turnos de a veinte. Mayor cantidad de personas, colapsaría  la sala de la Notaría.

Y hasta algo tan banal, como es elevar a público un documento de compra-venta privado, salieron clientes negados a escriturar, por consejo de sus abogados.

El Mundo de los Disparates, por lo visto, lo tenía ante mis narices. 





Parejas perdurables  (continuación  67 b )

La Notaría, no era lugar para entablar discusiones, entre veinte clientes. El Sr. Notario, nos destinaba un máximo de quince minutos, por cada operación a realizar. Iniciando a las nueve de la mañana, concluíamos a las dos de la tarde, agotando el tiempo reservado, a mis clientes según cita previa.

Tomé nota de los no presentados, o negados a firmar su compra. Fueron un total de ocho, entre todas las sesiones a las que se les citó.

Carrión, se puso en contacto con ellos para averiguar como les funcionaba el cerebro y obrar yo en consecuencia.

-Don Carlos, las razones que dan dos de ellos, es la que no contaban con el gasto de la legalización. Que lo harían mediante la paga extra de Navidad.
Otros tres, que aún tienen dos letras pendientes y los tres restantes, que temen según asesoramiento del abogado, se les involucre en estafa.

-¡Esta es buena!. ¿Un abogado les previene para no elevar a público su documento privado?. ¿Qué estafa?. ¿No sería estafa, lo contrario?.

-Dicen que su abogado, estudiaría la causa repentina de citar a todos los parcelista al Notario. Entre nosotros, creo que lo que busca el abogado es ganar unos honorarios por trabajo de investigación.

- Acabáramos. Ver los datos registrales si coinciden con los del contrato privado. Esto sí es estafar a sus clientes. Esta función le corresponde al Notario, con sus comprobaciones previas y que detalla en la propia escritura. Y tal gestión ya se incluye en la minuta.

Tuve que explicarles por teléfono que su actitud desacertada, la podían enmendar con la comparecencia a una nueva cita. De no hacerlo, recibirían un requerimiento Notarial mío para perfeccionar el documento privado, lo que en su día, redundaría en un gasto añadido, que les reclamaría.

Pues erre que erre. Para los tres acérrimos, mi actitud daba razón a su abogado.
Por escrito les envié a los tres un detalle de las consecuencias, si desatendían el requerimiento.
Al escriturar sus propiedades, se cancelaba la superficie de la finca matriz, por lo cual mi obligación en atender impuestos Municipales, o cualquier clase de arbitrios finalizaba. Al quedar sus solares sin registrar, serían ellos quienes deberían afrontarlos con recargos en su día. Ni esta nota les hizo cambiar de actitud, y ya lo dejé correr.

Diez años después, uno de ellos vino a pedirme al fin formalizar la compra-venta. El motivo, era que alguien se lo adquiría por valor doble del que le costó. Y me pedía que lo pusiera directamente a nombre de su comprador.

Otro que tal. No bastaba con incordiar. Con la misma cara del contable que me pedía una carta de recomendación, a pesar de haberme perjudicado, esperaba que le favoreciera, ahorrándole gastos.

-Sepa Ud. que yo, no atendí ningún gravamen correspondiente a este solar en los diez años transcursos. Puedo justificar que van a su cargo, merced al requerimiento que le hice. Y por ello, no tengo más remedio que firmárselo como está previsto a su nombre, o incurriría en el delito que su gracioso abogado le instruyó.

Como le quedó claro que debía primero realizar la compra él, para luego venderla, entramos a detallar las cuentas. Se horrorizó, viendo que no podía vender al precio que creyó negocio, puesto que las legalizaciones con plus valía de diez años, y los recargos por no atender arbitrios aplicados a la Urbanización, sobrepasaban el valor del solar adquirido quince años antes y que pagó aplazado a través de otros cinco.

Se dio cuenta al fin de la insensatez demostrada al hacer caso a su abogado, que le cobró para demostrar honorabilidad, solo un tercio de la minuta, al distribuirla entre los que siguieron sus consejos.

Los otros dos, seguían en paradero desconocido, pero al recibir reclamación a mi nombre del Ayuntamiento de Nova, tuve que ser yo quien les buscara.
El Ayuntamiento embargó el resto de finca. No sirvió para nada declarar que no me pertenecía. Me conminaban a pagar con los recargos y con las costas del embargo. 
De nuevo presenté al Ayuntamiento un escrito de descargo, al que le hicieron un caso que le llaman “Silencio Administrativo”.

Esto significaba según conveniencia arbitraria del Jefe de la Administración Municipal, que el silencio, favorecía al administrado, o ¿porqué, no?. A la Administración, calladamente.

Dos años después recibí el ultimátum de ejecución embargo. Vuelta a protestar ya que estaban embargando algo que no era de mi propiedad. Ni caso. 

La próxima nota la recibí pasados  tres años más y con ello ya habían transcurrido treinta desde el día que vendí en privado aquellos solares. Esta ocasión, se pasaban de castaño oscuro. Anunciaban resarcirse de los gastos por embargo, mediante intervención de cuentas bancarias.

Los clientes al fin se presentaron ante el Juzgado y fue el Juez que atendió sus quejas. Les legalizó su documento privado, levantando el embargo de la finca, al hacerse cargo de todos los gastos provocados.

Sin embargo, no acabó aquí la odisea que les costó tres veces más de lo previsto. Esto lo tenían merecido, pero lo que seguía siendo una injusticia, fue que el Ayuntamiento, no hizo caso de los términos de aquella venta realizada de treinta años atrás, demostrados al legalizarla en el Juzgado.
El vendedor era yo, por lo cual debía atender la Plus Valía de treinta años.

Hacía tiempo que no acudía a Rodriguez, pues ya me había jubilado yo. Sin embargo, él seguía en su bufete.

-Carlos ¿qué te trae por aquí?. Después de tantos años creí que ya te olvidaste de mí. No me dirás que sigues con problemas.

-Muy gracioso. Esta vez, espero que sea el penúltimo.

Y así fue, el penúltimo que lo resolvió con algo que llaman “Contencioso Administrativo”.
En cambio el último, al día de hoy, aún colea y ya no lo podrá resolver Rodriguez (R.I.P.). Pero ya lo relataré más adelante, pues me desvié demasiados años de lo acontecido al despojarme de los negocios.